domingo, 22 de marzo de 2015

La fiesta de la democracia

Hoy 22 de marzo se ha convocado a los andaluces a participar en las elecciones anticipadas al parlamento autonómico. En los medios de comuniación y en las bocas de muchas personas se oía la expresión “hoy es la fiesta de la democracia” y otras similares.

    También se oye mucho otra expresión, “se ha luchado mucho para conseguir el derecho al voto”. No negaré que es cierto, pero eso no es óbice para que, a día de hoy, el voto sea poco más que papel mojado. No por culpa de los ciudadanos que van a votar, ni mucho menos, sino por los que están en los manejos políticos de más alto nivel, en lo que se llama “las altas esferas”, los “peces gordos” o “los de arriba”, según el lugar en el que se pone cada uno en la plaza política. Se habla de la importancia del voto, pero no se habla de la nula capacidad de sancionar a la clase política o al silencio impuesto a los que protestan a base de multas y porrazos, limitando la democracia representativa a una dictadura de turnos de cuatro años, donde élites apoltronadas se van cambiando la silla. No se habla tampoco de lo poco que convocamos referendos o la escasa capacidad de decisión de asociaciones vecinales o de barrio.

    Pero la democracia no es ninguna fiesta. No lo es cuando en cada proceso electoral nos jugamos que un partido político dicte durante cuatro años, sólo o con algún apoyo todas las cuestiones gubernamentales sin consultar al resto. No es ninguna fiesta cuando estos órganos políticos, que subordinan a sus miembros a una línea ideológica férrea, son los responsables directos de la deriva económica y política en la que estamos desde 2007, debido a la inoperancia o a la incapacidad de nuestros gobernantes.

    La democracia, ya que hablamos de su día de fiesta, no es echar un papel cada cuatro años en una urna. Votar no es sólo un derecho, también es una responsabilidad que uno asume con su decisión ante el resto del país. No es justo que se llame democracia a un sistema que la única capacidad de cambiar la política sea encomendarse a sus vecinos una vez cada cuatro años, y después de esto, encomendarse a la buena voluntad del político que uno mismo elige para que cumpla su programa electoral. La democracia debe construirse también desde abajo, desde las asociaciones de vecinos, las asambleas de barrio y los proyectos comunes que se lleven a cabo en las localidades. Porque no sólo me afecta lo que pasa en la Junta de Andalucía el 22 de Marzo de 2015, también me afecta lo que pasa el 6 de Junio, y la decisión que toma mi teniente alcalde el día 5 de enero de 2016. No podemos permitir que la democracia consista en tener que aguantar un mal gobierno durante cuatro años sin ninguna opción real a cambiarlo. Si el ser humano no es bueno por naturaleza y el poder corrompe, necesitamos más mecanismos de control sobre la política, sea al nivel que sea. La democracia verdadera no puede ser sólo representativa, sino también de participación directa y personal; esto requiere más esfuerzo que levantarse un domingo por la mañana, claro está, pero también rinde otros frutos más gratos.

    Hay una cita apócrifa, atribuida por internet a Benjamin Franklin, que dice así: “La democracia consiste en dos lobos y un cordero decidiendo qué van a comer. La libertad consiste en un cordero bien armado negándose a votar”*. Por eso esta democracia no es una fiesta, porque nos jugamos en cada comicio quién nos va a comer, y eso no es una perspectiva alegre.


- José María.



*“Democracy is two wolves and a lamb voting on what to have for lunch. Liberty is a well-armed lamb contesting the vote.” Para los que se manejen bien en el inglés. http://en.wikiquote.org/wiki/Democracy#Misattributed

3 comentarios:

  1. Es lo que comentábamos. En esta sociedad española a la que la indignación le dura lo que dura en acabar el telediario (con sus noticias felices y calmadas al final, para que la gente se relaje), donde todos están amuermados y no son capaces de exigir el poder que les pertenece de decisión, que creen que un día llegas a depositar un papel y ya lo pueden decidir todo por ti, cualquier posibilidad de cambio de modelo dentro de este sistema podrido es imposible.

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    1. Los resultados de las elecciones desde luego son incomprensibles, si no es después de un minucioso lavado de cerebro. Las redes clientelares no deberían sostener esto por sí solas, o eso pienso.

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    2. La gente debe pensar, a nivel de Andalucía, que sin PSOE no hay subvenciones, que después del PSOE se abre una brecha en la tierra de la que emerge Satán sosteniendo a Pablo Iglesias riéndose a carcajadas malignas.

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